Los protagonistas de Aliados terminan hoy su primera temporada con la emisión de un capítulo que los jóvenes compartirán con sus seguidores desde el Gran Rex. Cuentan cómo fue trabajar con Cris Morena y en un formato que se vio por Internet y en las redes sociales.
En general el talento puede ser una criatura esquiva para encontrar entre los nuevos ejemplares actorales de la tevé local, porque a veces lo que parece ser talento es simplemente el resultado de mucho entrenamiento o, cuando se trata de actores jóvenes, del deseo de complacer a quienes los rodean. Algo que nunca pasa con las producciones que llevan la firma de Cris Morena. Este año, la productora irrumpió con Aliados, programa en el que una vez más apeló a su semillero de actores jóvenes para contar una historia que mezcla lo irreal con la vida cotidiana.
Comprometidos con la causa que los convocó, los actores Oriana Sabatini, Peter Lanzani y Nicolás Francella se pusieron en la piel de los roles principales de la serie que muestra cómo siete "seres de luz", todos ellos provenientes de diferentes dimensiones y planetas, se materializan en la Tierra para unirse a los humanos y mostrar el camino hacia lo más noble, ético e íntegro de su verdadera naturaleza.
"Lo invisible es aquello en lo que se debe creer para poder ver…", proclama el sitio web de Aliados para promocionar ante los fanáticos el final de la primera temporada de la serie, donde liderados y convocados por la "energía femenina creadora", estos seres celestiales guiarán a este grupo de jóvenes en un proceso de redescubrimiento para convertirse, finalmente, en los "elegidos" y tener un mismo objetivo: dar una segunda oportunidad a la humanidad y evitar su autodestrucción. Será un final abierto, aprovechando la noticia de que habrá una segunda temporada.
En medio del entusiasmo y después de una larga jornada de entrevistas y promociones, los actores se sentaron frente al grabador de Tiempo Argentino para contar cómo será el gran festejo programado para esta noche, a las 21 hs. por Telefe, en vivo desde el Teatro Gran Rex y para hablar de sus futuros proyectos. Coinciden en que Aliados vino a romper con las estructuras y ponderan el trabajo de Cris Morena como clave del éxito.
–¿Cómo están viviendo este gran momento en Aliados?
Peter Lanzani: –Increíble. Es una mezcla de sensaciones porque sabés que lo que fuiste laburando todo el año llega a su final. Ver los comentarios de la gente por Twitter, lo que nos dicen por la calle y las repercusiones… Es una mezcla de felicidad y tristeza, pero es muy positivo lo que nos está pasando.
Nicolás Francella: –Yo lo vivo con total ansiedad. Fueron unos muy buenos 23 capítulos y un gran final esta noche en el Rex. No puedo más.
Oriana Sabatini: –La verdad es que estoy muy feliz. Aliados cumplió con todas mis expectativas y todavía no lo puedo creer. Haber hecho la presentación en los Kids Choice Awards me puso muy contenta porque pude ver la repercusión que se genera en el público de una forma más amplia. Pudimos ver todo lo que nos llega a través de redes sociales pero en vivo y es todo muy lindo. Estuvimos grabando mucho y no salíamos tanto, entonces sentir todo eso fue increíble. Te dan ganas de seguir.
–¿Qué cosas aprendieron mas allá de lo actoral?
O.S.: –En lo personal, me pasaba que estaba en mi casa y cuando leía todos los off del libreto era como un libro de autoayuda para mí. Es muy lindo todo lo que dice el capítulo y la historia de cada personaje. No es que este programa va a salvar a la humanidad, pero te enseña a ser un poquito más humano todos los días.
N.F.: –Con la Web nos enterábamos de gente metida muy de lleno en los temas que tocamos. Es un aprendizaje de temas que son gigantes y tal vez no le dábamos tanta importancia.
–¿Se imaginaban trabajando con cuestiones tan profundas?
P.L.: –Nunca sentimos la presión de tratar de modificar a las personas. Contamos una historia, tratamos de ayudar, de mostrarle a la gente que nunca está solo y que siempre tiene una compañía. Hay un camino más para recorrer, pero eso no lo tomamos como presión. Transmitimos un mensaje y Cris Morena siempre hizo eso. Le llegamos al alma a las personas e instalamos el debate, se cuentan cosas que no se hablan hoy en día en la sociedad.
–¿Pero consideran que Aliados vino a romper un paradigma?
N.F.: –Sí, totalmente. Cris Morena tiene su método. Es este. Mucha gente se siente identificada porque son siete caminos negros de los seres humanos que se pusieron de manifiesto con esta ficción. Explica ese camino blanco y libre con el que puede haber cambios en las ideas de las personas.
P.L.: –Igual siempre fuimos conscientes de que este programa no va a cambiar la mentalidad de la gente, pero puede ayudar en el algo, aportar su granito de arena. Si todos colaboramos un poco se va poder lograr. Son cosas oscuras en general las que se muestran.
–En su vida personal, ¿qué tan comprometidos estaban con estas temáticas?
O.S.: –Nosotros contamos historias de personajes, adaptados para un unitario. Somos realistas en ese punto. Siempre que se puede dar una mano grabando un spot o haciendo una campaña lo hacemos, pero muchos fuimos conociendo temas gracias a la web y los capítulos que nos fueron nutriendo cada vez mas.
P.L.: –Yo aprendí, por ejemplo, que las personas que hacen bullying son "bulleadas". No es joda. Son cosas fuertes. Que el que practica bullying a otro es porque fue "bulleado" te hace reflexionar mucho sobre algunas cuestiones. Yo no sabía que era tan así. Entonces empezás a ayudar a las personas de otra manera.
–¿Cómo vivieron esta experiencia del formato 360 con gran apoyo de Internet y las redes sociales?
O.S.: –Es una oportunidad increíble porque a todos nos gusta cantar, bailar y actuar. Entonces es un golazo poder hacer las tres cosas juntas porque constantemente estás como en una escuela.
P.L.: – Es algo muy nuevo. La Web con la tele y la tele con la Web. Internet tiene un acceso masivo y Cris Morena demostró que es punta de lanza con las cosas que está haciendo. A la gente le pareció interesante esto. La experiencia actoral no nos cambió porque nosotros grabábamos lo mismo. Uno que está acostumbrado a ver las cosas por tele es como plantear una cosa nueva y vimos que la gente lo hace.
N.F.: –De todas formas no deja de ser novedoso esto de enfrentarse a una gran estructura que no sólo se apoya en la televisión sino que le da participación a otros formatos.
–Sin embargo el rating no los acompañó mucho. ¿Sienten que está agotado el formato infantil juvenil?
P.L.: –No tuvimos mal rating. Diez puntos promedio no está nada mal. Aliados es más juvenil. No hay muchos unitarios ahora en la tele y este tiene el aval de Cris Morena. La tele no está tan completa últimamente.
N.F.: –Tenemos muy buena onda todos y si surge la oportunidad creo que aceptaríamos seguir haciendo estas cosas. Por lo pronto estamos enfocados en la segunda temporada del ciclo.
–¿Comparten alguna anécdota divertida?
P.L.: –Somos muy profesionales todos, a veces nos zarpamos un poco porque hay escenas que son medio cómicas y terminamos riéndonos de más, pero no hay algo puntual. Las escenas de comedia tienden al blooper siempre.
–¿Prefieren, entonces, las escenas mas relajadas?
N.F.: –Es muy difícil, porque en Aliados es muy variado lo que te toca hacer. Las escenas dramáticas son las que más me gustan, pero sobre todo porque se vuelven una cosa más reflexiva.
O.S.: –Las escenas donde tenés si o sí un desafío son las mejores. Me gustan porque nos ayudan a crecer actoralmente. Creo que las escenas donde cantábamos fueron las mejores porque todo estaba grabado en vivo, no es que íbamos a un estudio aparte después para grabar la voz. Eso es interesante.
–¿Qué enseñanzas se dejaron mutuamente?
P.L.: –De ellos aprendí a siempre levantar la cabeza y seguir para adelante. Laburar, laburar y seguir aprendiendo. Eso es lo que ellos me mostraron todo este tiempo.
O.S.: –Siento que son como mis hermanos mayores, así que aprendí a pelearla por lo que amás hacer. Ellos nunca paran. Los dos están en un muy buen momento. Los admiro más que nada y me enseñaron a pelearla.
N.F.: –La humildad y el profesionalismo. Cada uno conoce al otro en muy poco tiempo, pero como compartimos tanto, uno ya sabe cuando el otro está bajón y nos prestamos el oído. Nos apoyamos mucho
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