Primer paso de lujo.
Debutará en la pantalla grande con El clan, filme en el que encarnará a Alejandro Puccio, un famoso secuestrador de la década del '80. Compartirá elencon con Guillermo Francella, y cuenta sus sensaciones a Clarín.
¡A continuación la pueden leer!
A los 24 años, a Peter Lanzani le llegó la gran oportunidad de su vida. Conoció el éxito con Casi Ángeles, y la rompió en teatro con su protagónico en Camila. Pero esta vez será diferente. Porque el galán tendrá la chance de debutar en el cine, ese rubro en el que aún no había incursionado y le tenía guardado un primer paso de lujo. ¿Por qué? Es que iniciará su carrera en la pantalla grande en El clan, una película en la que compartirá set nada menos que con Guillermo Francella y Pablo Trapero.
"Trapero, para mí, es de los mejores 5 directores de la Argentina. Y Guillermo es un actor gigante", explica Peter a Clarín, con una sonrisa que hasta se le nota desde el otro lado del teléfono. "Y sí, qué querés. Estoy feliz, más que contento", asegura.
"Hice unas seis audiciones antes de firmar para El clan. Eso más reuniones. Luché por el papel porque sentía que esta es una oportunidad única. La historia del personaje que me toca significa bastante para mi familia, que es de rugbiers y la vivió muy a flor de piel".
Desde el 3 de noviembre, cuando comience el rodaje, Lanzani encarnará a Alejandro, el hijo de Arquímedes Puccio, el líder de un clan que conmovió a la Argentina con sus secuestros extorsivos y asesinatos en la década del '80. "Mi viejo ha jugado rugby contra él", cuenta. Y agrega: "Así que me tiró información que él sabía. Estaba como muy movilizado por el hecho que se vaya a hacer esta película con una historia que fue una marca para él y para muchísimas personas".
Uno podría pensar que sos un actor instalado que no necesita de castings. Sin embargo, contás que hiciste seis audiciones. ¿Por qué?
Porque me gusta. Y va a ser así siempre. Me gusta laburar, y si tengo que pelear por un papel voy a hacer lo mejor posible. No me tengo que dormir en los laureles. Me muevo constantemente para tener nuevos desafíos.
¿Las propuestas no te llegan solas?
Sí, algunas veces sí. Pero, repito, me gusta muchísimo trabajar. A lo largo de mi carrera algunas cosas llegaron solas. Otras hay que buscarlas hasta el último momento. Este era un caso. Por el personaje, la temática, los actores y el director. Yo soy fanático del cine. Y creo que las cosas hay que buscarlas para conseguirlas.
¿Vas mucho al cine?
Desde que soy un gnomo que voy al cine. Voy mucho. A veces solo. A veces acompañado. Miro entre cinco y diez películas por semana. Me encanta. Por eso esta me pareció una oportunidad tan buena. Es la primera. ¡Y qué primera!
¿Era un sueño?
Sí, claro. Un meta que tenía. Tengo la suerte de poder cumplirla. Soñar dicen que gratis, así que... ¡Me encantaría hacer carrera en el cine! Siempre pienso en hacer cosas interesantes y divertidas. Cosas que me hagan feliz. Así que eso me fascinaría.
¿Ya hablaste con Francella?
Lo vi. Pasamos escenas. Estoy feliz de poder laburar con él. Tenía la suerte de conocerlo por su hijo Nico (trabajó con él en Aliados). Y lo que puedo decir es que además de lo increíble que es laboralmente, es una persona maravillosa. Son las vueltas de la vida. Es muy loco, pero lo miraba en el cine o en la tele y ahora hacer escenas con él es increíble.
Vas a tener que meterte en la cabeza de un asesino. ¿Cómo vas a hacer?
Es un desafío enorme. He tenido desafíos interesantes en mi carrera. Pero la de Alejandro era una cabeza muy rebuscada. Quiero hacerlo lo más parecido posible. Así que entreno de lunes a sábados. Tuve que bajar cinco kilos, marcar mi cuerpo. Una mutación camaleónica. Aumenté bastante mi masa muscular porque él era rugbier.
Tu novia, Martina Stoessel, contenta.
No te creas, eh. No le interesa que sea súper fibroso...
Volvamos al papel... ¿En algún punto intentaste entender por qué él hizo lo que hizo?
Sí, claro. Pero es un poco inentendible. Tengo que tratar de lograr lo que él hacía. Así que si la gente tiene que odiarme porque fui un hijo de p... en mi actuación, significará que hice bien mi papel.
¿Sería la primera vez en tu carrera?
Sí, y no estaría mal. Voy a tratar de no irme a las manos con el que me cruce (risas). Creo que este tipo de cosas son reconocimientos raros. Me ha tocado alguna vez hacer de malo. Pero esta va a tener dimensiones mucho más grandes.
Abandonás el rol de galán. Un síntoma de que no te dormiste en la "comodidad".
Siempre me interesó lo que no era cómodo. Tratar de jugarme por un poco más. Voy a hacer todo lo posible, en este caso, para hacerlo bien. Significa que voy creciendo. Aprendiendo con los animales (por sus colegas experimentados) que me toca. Estoy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario