Soltero nuevamente, compró los derechos de la controvertida obra Equus, famosa porque la interpretó el actor de Harry Potter en Nueva York
Peter Lanzani planea dar un vuelco en su carrera que comenzó hace ya diez años, dejando atrás al carilindo que descubrió Cris Morena. Para esto, piensa combinar la tira La Leona, que ya empezó a grabar para Telefé junto a figuras como Miguel Angel Solá, Nancy Duplaá y Pablo Echarri; atender su debut en el cine con El clan, de Pablo Trapero, qué está en etapa de post producción y por si fuera poco, protagonizar y producir una obra de teatro junto a Palermo Films. Además, es noticia en estos días por haberse separado de su novia, la exitosa Martina Stoessel, y si bien acepta confirmar este distanciamiento se niega a hablar sobre las razones de la ruptura. Sólo quiere concentrarse en su carrera y en sus próximos pasos a dar, con los que busca demostrar que es más que un galán en ascenso.
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-¿Cómo se hace para hacer coincidir proyectos tan ambiciosos?
-Es una locura... pero no es casual. Todo fue buscado porque quiero direccionar mi carrera y mi futuro, quiero dar un giro, disfrutar, nutrirme. Por suerte, los desafíos que me salieron son uno mejor que el otro. Apunto a experiencias distintas, a absorber todo lo que pueda de los que tienen más kilometraje en el oficio y aunque no es lo más fácil, va a estar buenísimo y creo que es la mejor manera de aprender.
-¿Cómo son los tiempos de estreno de los próximos trabajos?
-Grabamos la tira desde principios de abril, la obra ya la estoy ensayando, aunque aún no tengo partenaire y la peli se estrena seguramente en agosto.
-¿Cómo fue la experiencia en cine?
-Impresionante, lo disfruté y me llevé amigos, pero no fue sencillo porque era un personaje complejo de componer el de Alejandro Puccio, una persona real con una psicología difícil: un un chico inserto en una familia de buena posición de San Isidro, que secuestraba gente para luego cobrar el rescate y asesinarlos. Le metí horas de preparación, investigué, me reuní con amigos de él en la vida real, miré notas y creo haberme acercado bastante a lo que era en realidad. Me metí mucho, después de 12 horas de filmación llegaba a las 3 de la madrugada y seguía pasando las escenas. Fue, sin duda ,uno de los roles más ricos que me tocó en la vida.
-¿Qué camino te trazaste específicamente?
-El de hacer las cosas que más disfrute, cine, teatro, todo. A mí me gusta laburar, cuando estoy en un parate ya me empiezo a comer las uñas, me gusta actuar.
-¿Fantaseás con un futuro más allá de la actuación?
-En lo inmediato, pienso en poder actuar, pero sí me gustaría escribir, dirigir, producir... todo. Estoy tratando de armarme de herramientas para poder lograr eso a futuro.
-¿Por qué compraste los derechos de esta obra?
-Hace tiempo que venía pensando en ella. Estaba en Broadway la primera vez que la sentí nombrar, la estaba haciendo el actor de Harry Potter y más tarde cuando en 2013 actué en el musical Camila, Alejandro Veroutis de prensa me dijo que me veía en ese personaje. Sentí una atracción especial, me prestó un libro que tenía con los personajes, el texto y me quedé atrapado. Hace dos años que ando atrás de los derecho y ahora finalmente los pude comprar. Con Palermo Films la vamos a producir, así que sería para mí un doble debut, actuarla y producirla. Me gusta tener que ir a más, salir de donde conozco y seguir aprendiendo, llevarme experiencias también desde otro lado.
-¿Tenés que hacer un desnudo?
-El desnudo es una escena más de la obra. No pasa por ahí la historia. Es decir, es justificado. Se trata de un chico que por algunas circunstancias de su vida enloquece. A lo largo de la obra aparece un psiquiatra y con él y durante las sesiones te vas enterando de qué es lo que le pasó para que haga la atrocidad que hizo: sacarle los ojos a 6 caballos. Lo que me atrajo es que justamente es algo diferente a lo que estoy acostumbrado a hacer y me gusta buscar los límites, crecer.
-¿Esta imagen que adoptaste después de la peli, con el pelo largo, tiene que ver con afearte para encarar esta nueva etapa?
-Es cierto que ahora parezco más un linyera que cualquier otra cosa, pero no reniego de ser un galán. Soy actor y si tengo que hacer de galán lo hago, si tengo que hacer de antigalán también. No me quedo en un mote, a mi me gusta funcionar, actuar, expresar, hacer arte y sea cual sea el desafío que tenga por delante, tratar de disfrutarlo y siempre ponerle el 100 por ciento de lo que pueda llegar a dar. No buscar confort e ir siempre a más son mis máximas.
En cuanto al look, ya estoy empezando a planear cual es el próximo cambio para los roles que se vienen. No tengo drama de teñirme de verde si ayuda en que mi personaje sea más creíble.
-¿Quién te gustaría que te acompañe en la obra?
-Sería un lujo que fuera Miguel Angel Solá porque él la hizo en la Argentina la primera vez que se hizo la obra en el país... pero veremos.
-En cuanto al desnudo, ¿tenés algún complejo o timidez?
-Es mi laburo y lo requiere así el personaje. Va a ser un proceso, tampoco va a ser tan fácil quedarse desnudo, pero va a ser fruto de estar contando una historia. Estoy dispuesto a encararlo y a hacerlo lo mejor posible. Repito, está justificado y no es una escena para llamar la atención ni volverlo mediático, ya lo verán. Estoy orgulloso de hacer un papel tan jugado y difícil como el de Alan Frank.
-Por último, se te nota enamorado de tu profesión ¿esto se dio desde el inicio cuando empezaste con 14 años o surgió después?
-Fue un proceso también (risas)…es enamoramiento y desenamoramiento constante... entre los pros y los contras, exposición y laburo. Pero la ecuación final es siempre positiva y me encanta lo que hago. Me comprometo mucho con cada trabajo y doy todo de mí, eso significa que me gusta ¿no?
Fuente: personajes.lanacion.com.ar
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