8 may 2013

Peter Lanzani: "Me gustaría que venga Imanol Arias a ver Camila"


LA NACION estuvo en los camarines de la comedia musical y habló con sus protagonistas.

Natalie Pérez sube y baja las escaleras. Tiene un pijama de época, diseñado por Pablo Battaglia. Está peinada como minutos más tarde saldrá a escena. Una voz suave con un aire a Disney sale de su linda figura. Vocaliza, faltan pocos minutos para que se sumerja en el 1800 y le dé vida a la historia de Camila O` Gorman. Ya se cepilló los dientes y besó a buda, sus dos cábalas impostergables que repite día a día previo a cada función.

Peter Lanzani, en cambio, está más quieto. Sentado en su camarín, que tiene "bastante olor a humedad" (según dice), espera a que sea hora de salir a escena. Viene de grabar Aliados, la nueva tira de Cris Morena, que lo tiene como protagonista. Su rutina este 2013 lo tiene corriendo de acá para allá. El día arranca a las ocho y termina pasadas las 12. Va de Martínez a la avenida Corrientes sin un minuto para descansar. Las chicas lo esperan en la puerta del teatro, todos los días tiene que sortear obstáculos para entrar. El club de fans hace un trabajo fino a la hora de calcular el momento en el que el ex Casi Angeles irrumpe en el Lola Membrives. Él frena, se saca fotos y sigue. No hay que decepcionar a los fans.

La historia que los convoca no es sencilla. Ambos tienen claro ese dato. Para Lanzani es un cambio rotundo de género. Si bien viene incursionando en el musical, nunca lo hizo despegado de Cris Morena y su semillero de estrellas multidisciplinarias. Para Natalie es un paso más, ya mostró su carisma en El diluvio que viene, pero la propuesta de Fabián Núñez, Camila, nuestra historia de amor, tiene algo diferente. Sea la presión de interpretar un hecho real que compromete una historia verídica, o el peso de las actuaciones de Imanol Arias y Susú Pecoraro allá por 1984.

"Es un desafío enorme. Son personajes muy complejos. La verdad que interpretar a Uladislao Gutiérrez es un honor, un re orgullo. Es una historia argentina y es nuestra. Es una historia de amor, real, que pasó posta. La preparación de los personajes fue un proceso bastante largo e intenso, tanto para Nati como para mí", cuenta Lanzani a LA NACION.

Con lo que concuerda Natalie: "Siento que es todo un desafío, tanto actoralmente como representativamente. Por lo que es la historia, por lo que significó y por lo que marcó este fusilamiento de una mujer embarazada, que simplemente estaba enamorada. Está bien... de un amor prohibido. Pero me parece que fue un poco exagerada la decisión que tomó el señor Rosas. Es una felicidad enorme poder interpretarlo y tener la suerte de poder ser Camila hoy".

Los dos camarines están llenos de fotos. Mientras Peter es entrevistado, Natalie repasa una escena. "Tenemos una química increíble. Nos llevamos muy bien", cuenta Peter y agrega: "Cuando nos cruzamos después de una escena, nos decimos: ´Che, hice muy bien esta cosa, hice muy mal esta...´ Así que, es bancarnos y arriba del escenario, sea cuál sea el problema del otro, es abrazarlo y bancarnos nuevamente".

La simpatía de Natalie invade el ambiente. Llegó tarde porque pinchó una rueda y tuvo que resolver el problema sola. "Manejé despacio y fui a una gomería", cuenta riéndose, mientras se termina de arreglar. Vio la película después de quedar en el casting y se enamoró de la historia. "Fue todo un proceso, estuvimos dos meses ensayando, así como muy intensos. Estaba muy claro lo que quería mostrar el director. Y estaba muy bien explicado de parte de nuestra coach de actores. Nos fueron guiando como por un camino en el que todo fue fluyendo naturalmente. Pero sí fue un trabajo encontrar la forma de sentir, pensar, caminar, hablar, todo. Ojo , en esta puesta no tiene nada que ver la película con la obra de teatro. La historia es la misma, pero no hace referencia en ningún momento a la película", explica Pérez.

EL AMOR PROHIBIDO

Ninguno de los vivió un amor así. Ella, una chica de la alta sociedad; él, un sacerdote tucumano. Si bien la propuesta no es fácil, ambos encontraron la manera de hacerle frente. La historia es harto conocida, pero esta Camila mezcla la tragedia con la música. El director puso todo su empeño en encontrar la manera de trasmitir, además del triste final, la historia de amor. "No me veo muy sacerdote. Pero está bueno, estoy tratando de hacer algo un poco más correcto, tratando de buscarlo por ahí. Para un actor no hay nada más lindo que jugar y eso es lo que estoy tratando de hacer", cuenta Lanzani.

Faltan minutos. Los camarines parecen hablar por sí mismos. Aparece así Julia Zenko transformada en la abuela de Camila; Miguel Habud con traje de época y patillas, y Santiago Ramundo ya vestido de sacerdote. "Me tengo que terminar de preparar. Ya tengo el micrófono, estoy súper maquillada, ya tengo el pelo, me falta ponerme mi primer vestuario, tengo 12 vestidos. Me tengo que lavar los dientes, claro", dice Natalie.

Salen a escena. Ella está en pijama en su cuarto soñando con un amor de verdad. Él aparece por primera vez en la Iglesia vestido como sacerdote. Después llega el encuentro y una sucesión de simpáticas canciones que irán acompañado la triste historia de esta pareja emblemática. "Había visto la película en el colegio cuando estudiaba la época de Rosas. Quedé flasheado cuando me enteré de la audición", cuenta Lanzani, quien además agrega: "Sería un honor invitar a Imanol y a Susú a que vengan a ver la obra".


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