Matilda y Natalia siguen internadas, producto del accidente perpetrado por Maia. Franco es seducido por Azul, quien lo manipula para que la ayude a hacer algo muy peligroso para su salud.
Maia encuentra la casa de quien es su padre biológico, justo en el momento que están preparando la fiesta de 15 de su media hermana.
Valentín, junto a Ian y Devi, decide ir a ver a quien parece ser su madre.
Después de estar días desaparecida, Venecia “regresa a la tierra”. El encuentro intimo con Noah “la sacó del planeta”, ante los ojos de un sorprendido Manuelito.
Un video colgado en internet, pone en riesgo los secretos de Daimon.
Noah se muestra “de novio” frente a Venecia, quien tiene, un muy humano, ataque de celos. Justo usa a su hijo para lograr concretar un negocio multimillonario.
Venecia y Noah se enfrentan, discuten y gritan, cuando en realidad, lo único que sucede, es, que se aman.
OFF
-Referente-
Todos están pendientes de lo que yo hago, si como sino como, si duermo, si me analizo, si estoy sola, si esto.. si lo otro... Pero solo yo se lo que es estar en mis zapatos.
Podrán decirme egocéntrica, narcisista, egoísta pero yo tengo que estar enfocada, muy enfocada.
Todos ven algo distinto en mi. Que soy envidiable, única, irrepetible. Dicen que soy obsesiva, prolija, metódica, detallista. Hay muchas miradas sobre mi, qué hago, qué digo, qué me pongo. Me miran todo el tiempo y por eso estoy más exigida. Y yo lo acepto porque se lo que soy. Sé que soy un referente.
Todas las personas necesitan un referente para saber dónde están parados en su vida.
Para saber qué hacer, qué decir, cómo manejarse se necesitan… modelos, ejemplos a seguir. Por eso somos tan importantes los referentes.
Cuando sos chicos, tus padres son tu ejemplo a seguir. Cuando creces tus padres son tus errores a no cometer. Y ahí, se vuelven fundamentales los referentes.
Todo el mundo tiene referentes, menos yo. Yo soy el referente y un referente es perfección.
La infelicidad no tiene medida hasta que te topas con alguien feliz. Ahí sí, con ese referente podes saber cuan feliz sos.
No solo la comida engorda, la mirada de los demás también. Quisiera verte más gorda para sentirte más flacos. Quisieran verte menos feliz para sentirse menos infelices.
Cuando te preguntan cómo estas, la respuesta no es bien o mal, sino comparado con quién. Nadie es alto, gordo o rico se es mas alto, gordo o rico qué alguien. Para eso sirve un referente. Para saber que sos menos, menos que alguien.
Un referente nos alivia, porque nos hace sentir que no estamos solos en el mundo. Los referentes son coordenadas que te ubican en el espacio, te dicen quién sos y dónde estás. Los referentes son conductas a imitar. Ese es el problema de los referentes, se vuelven un ideal muy difícil de alcanzar. Un espejo en el que siempre te ves feo.
Uno se llenas de ideas de lo que debería sentir. Un referente se llena de debería. Un referente te llena de prejuiciados, de única forma de ver la vida. Un referente es ese fantasma perfecto, imposible de alcanzar. Azul creció sin referentes confiables. El resultado de esa orfandad es la construcción de ese ideal implacable, imposible de alcanzar.
Los humanos creen que cargan con el peso de los miradas de los demás, es falso. La mirada más cruel es la mirada de ellos mismo. La que todos los días le dicen lo poco que vale. Respecto al ideal todos somos imperfectos, comparados con nada todos somos perfectos.
Los humanos crecen comparándose con otros, pero lo singular de la vida no tiene parangón. Es eso especial y único que nos hacen especiales y únicos.
El ideal es tan severa, que les dice que valen tan poco que no deberían existir.
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