5 abr 2014

Peter en Clarin Espectaculos


De novio con Martina Stoessel ("Violetta"), el ex TeenAngel asegura que nunca quemó etapas y que ahora sí encara su trabajo con pasión. Desde mañana retoma su personaje de Noah en la segunda temporada de "Aliados", por Telefe. Un joven que imagina el futuro, pero vive el presente.



Con 23 años lleva casi una década de carrera. Sin embargo, Peter Lanzani no es precoz ni apresurado, y prefiere ir sumando de a poco. “Empecé de casualidad en esto, no tenía mucha idea. Yo jugaba al rugby y pasé de la cancha al escenario, directo. A los 15 era medio vago, no sabía bien qué quería ser ni hacer. Me encantaba mirar películas, pero no tenía nada claro. Me mandé de inconciente y estuvo bueno. Y me empezó a gustar el mundo que descubrí. Estoy aprendiendo sin quemar etapas”, dice.

Mañana se estrena la segunda temporada de Aliados (a las 20.30, por Telefe) la ficción en la que la lucha entre el Bien y el Mal se corporiza en historias de jóvenes con distintas características. Lanzani compone a Noah que, este año, arranca una nueva etapa de su vida. “Era un sociópata al que no le importaba nada más que él, sus mujeres y la plata. Ahora está más redimido, pero todavía le faltan vivir un montón de cosas fuertes”, cuenta.

El personaje está creciendo y eso suele ser doloroso, ¿no?

Tal cual, así es en la vida, nunca es fácil madurar. Lo que me gusta es que cada capítulo tiene un mensaje. Y Noah tiene a su aliada, Venecia (Jenny Martínez), que le hizo ver el mundo desde otro lado. Y empezó a confiar y crecer. El “ser de luz” le dio confianza en sí mismo. Para confiar en los demás primero hay que confiar en uno mismo. Y ahora Noah, en esta nueva etapa, se tiene que jugar por su amor.

¿En que te identificás con este personaje?

Tenemos casi la misma edad, entiendo las cosas que le pasan, cómo va creciendo, la lucha por sus ideales, aunque los de él sean distintos a los míos. Yo, por suerte, tengo mi cable a tierra que son mi familia y mis amigos. Noah se fue transformando pero no perdió su esencia de líder sólo que ahora defiende otros ideales.

Con tu exposición mediática desde hace años viviste cosas que no son habituales para otros chicos de tu edad.¿Cómo llevas eso?

Es una decisión que tomé y elegí yo, mis papás nunca me obligaron. Sí me acompañaron y apoyaron. Hay cuestiones de mi trabajo que no acepto, quizás porque hago las cosas desde otro lado, pero nunca dejé de hacer lo que hacen los chicos de mi edad. Me tomé un avión mientras estaba grabando con Casi ángeles para ir a mi fiesta de egresados y al viaje de egresados con ellos porque no me lo quería perder por nada. Yo desconecto cuando hay que desconectar.

¿Quemaste etapas?

No, para nada. Mi trabajo surgió un poco de casualidad, después le tomé cariño y ahora es mi pasión. La gente tiene muchas fantasías sobre lo que uno vive, pero no es para tanto.

¿Te importan mucho las críticas?

Laburo desde los 15 y al principio, sí, fue intenso. Pero hoy me siento más consolidado y no me hago cargo de todo; no le podés caer bien a todos y muchos opinan por opinar. Yo hago mi laburo porque amo hacerlo, más allá de a quién le guste. Tal vez algún día me duelan las críticas. Sí las tengo en cuenta porque a lo mejor lo que estás haciendo es una porquería, pero lo importante es estar conforme con uno mismo.

En el otro extremo están los fans que te idealizan.

Sí, pero también critican, ojo. Lo que tienen es que son incondicionales y te dan un montón de amor y eso es genial. A mí me interesa que la gente me hable de lo que le parece mi laburo y trato de tomarlo positivamente. No quiero perder de vista que esto es un laburo para poder seguir disfrutando de ir a ver un partido de rugby con mis amigos o estar con mi familia.

Estás más identificado con el público juvenil, ¿es una etapa que está por terminar?

Trato de hacer un poco de todo, desde Fuerza Bruta, participar de musicales como Casi normales o de otras ficciones como La dueña, más para adultos. La barrera que siento es que tengo 23 años y no puedo mandarme a hacer cualquier cosa porque no me da el físico; no aparento un tipo casado y con hijos. Estoy en una etapa en la que veo qué quiero hacer, pero lo pienso bien porque no es cuestión de mandarse a hacer cualquier cosa, tengo que ser conciente.

¿Sos autocrítico de tu trabajo?

No me gusto nada, nunca.

Trato de modificarme y es una forma de aprender. Soy un poco extremista con eso. Me gusta corregirme todo el tiempo. Y si tengo un rato libre, me pongo a hacer otras cosas. Por ejemplo ahora estoy con Nacho Viale haciendo un curso de producción y guión, escribiendo un poco, formándome para un futuro, buscando otras armas. Tener el punto de vista del actor y del productor creo que puede servir para lograr cosas copadas. También me encanta la dirección, soy un fanático del cine. Voy dos veces por semana, solo, veo lo que sea aunque mi director favorito es Martin Scorsese, me vuela la cabeza. Y hay actores que parecen de otro planeta, eso me produce gran admiración

¿Cómo imaginás tu carrera en el futuro?

A medida que van pasando las cosas, se van a abriendo más posibilidades y voy viendo qué decisiones tomar, qué puertas abrir y cuáles no. Por el momento no tengo apuro, lo que me importa es seguir haciendo. Todo suma para aprender: lo de Casi normales fue ir a cantar con amigos, lo de Fuerza Bruta, como aprendizaje personal, escucho los consejos de los otros actores, de los técnicos. Y eso de trabajar en equipo lo aprendí del rugby.

En cualquier ámbito es fundamental el trabajo en equipo, que cada uno aporte lo que sabe para el resultado final.

Sí, la cuestión es probar. A veces hago cosas de las que nadie se entera o sólo mis amigos: voy a algún taller y me sirve como experiencia. Yo nunca estudié teatro y entonces estoy aprendiendo con estas cosas. Ahora en Telefe estamos tomando un curso de actuación y otro de castellano neutro. Siento que es importante formarme, y vas descubriendo un mundo de todo. Por eso yo quiero aprender a hacer de todo un poco; tal vez termine dirigiendo. pero para eso hay que formarse. Me interesa mucho todo lo que hay alrededor de este medio, pero cada cosa en su etapa. Soy medio loquito y me gusta estar haciendo algo siempre. Tengo la energía y así funciono. Ya vendrá el tiempo de hacer otras cosas o de frenar. Yo hago de todo porque me gusta hacer de todo.

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